CENTRO SANITARIO DE DESINTOXICACIÓN EN MADRID

Esta falta de conciencia sobre su problema puede llevar a un deterioro significativo en su vida personal, laboral y social. Sin darse cuenta, el consumo de droga comienza a dominar sus decisiones y comportamientos, afectando negativamente no solo su bienestar, sino también el de quienes los rodean. 

Once señales y síntomas de descontrol en el consumo de sustancias: 

1. Aumento de la frecuencia de uso: Las personas que están perdiendo el control sobre su consumo de drogas suelen aumentar la frecuencia con la que las utilizan. Esto puede comenzar con un uso ocasional y escalar a un uso diario o incluso varias veces al día. Este aumento en la frecuencia es una señal clara de que la droga está comenzando a dominar su vida.
   
   
2. Urgencias intensas por la droga: Las urgencias o deseos intensos de consumir la droga pueden volverse tan fuertes que la persona no puede pensar en otra cosa. Estos deseos pueden interferir con su capacidad para concentrarse en el trabajo, la escuela o las relaciones personales. La necesidad de consumir se convierte en una prioridad, desplazando otras actividades y responsabilidades importantes.
   
   
3. Incremento de la dosis necesaria: Con el tiempo, el cuerpo de la persona desarrolla una tolerancia a la droga, lo que significa que necesita consumir cantidades mayores para sentir los mismos efectos. Este incremento en la dosis es una señal de que el cuerpo se está adaptando a la presencia de la droga y que la persona está en un ciclo peligroso de consumo creciente.
   
   
4. Incapacidad para detenerse: A pesar de los intentos de reducir o dejar de consumir, la persona se encuentra incapaz de hacerlo. Pueden hacer promesas a sí mismos o a otros de que dejarán de usar la droga, pero fracasan repetidamente.
   
   
5. Impacto en la vida diaria: El consumo de drogas comienza a interferir con las responsabilidades diarias. La persona puede faltar al trabajo, o a la escuela, descuidar sus tareas domésticas o evitar actividades sociales. Las obligaciones y compromisos se ven afectados negativamente, lo que puede llevar a problemas laborales, académicos y personales.
   
   
6. Comportamientos riesgosos: Bajo la influencia de la droga, la persona puede participar en actividades peligrosas, como conducir, operar maquinaria pesada o tener relaciones sexuales sin protección. Estos comportamientos no solo ponen en riesgo su propia seguridad, sino también la de los demás.
   
   
7. Síntomas de abstinencia: Cuando intentan dejar de usar la droga, pueden experimentar síntomas de abstinencia como ansiedad, irritabilidad, temblores, sudoración, náuseas y dolores físicos. Estos síntomas pueden ser tan intensos que la persona vuelve a consumir droga para aliviarlos, perpetuando el ciclo de adicción.
   
   
8. Actividades ilícitas: Para obtener la droga, la persona puede recurrir a comportamientos ilegales, como robar dinero o bienes, falsificar recetas o vender objetos personales. Estas actividades ilícitas son una señal de que la necesidad de consumir ha superado los límites morales y legales.
   
   
9. Cambios físicos: El consumo de drogas puede llevar a cambios físicos notables, como pérdida de peso, ojos rojos, descuido en la apariencia personal y problemas de higiene. Estos cambios son visibles para los demás y pueden ser una señal de que algo no está bien.
   
   
10. Problemas de salud: El uso prolongado de drogas puede causar problemas de salud graves, como infecciones recurrentes, enfermedades pulmonares, problemas cardíacos y deterioro cognitivo. La persona puede experimentar una disminución en su bienestar general y en su capacidad para funcionar de manera efectiva.
    
    
11. Problemas financieros: Gastar grandes sumas de dinero en drogas puede llevar a problemas financieros significativos. La persona puede endeudarse, vender pertenencias valiosas o incluso robar para financiar su consumo. La inestabilidad financiera es una señal de que el consumo de drogas está fuera de control. 

-Importancia de la detección temprana: 

Reconocer estas señales es crucial para poder intervenir a tiempo y ofrecer el apoyo necesario para una recuperación efectiva. Las intervenciones tempranas pueden involucrar a familiares y amigos, aumentando las probabilidades de una recuperación exitosa. Mantener un entorno estructurado y ofrecer actividades constructivas es clave para prevenir recaídas y ayudar en la recuperación de los pacientes.